martes, 8 de marzo de 2016

Regreso a Gredos



Regreso a Gredos (4,5/3/16)

La actividad la teníamos prevista para el finde anterior pero la nevada iba a ser importante, por lo que decidimos pasarla a este, con el anhelo que luciera un sol radiante. Pero no fue así. 

Ambientazo Gredense del día siguiente
Con tantas páginas webs, te vuelves loco mirando y remirando. Cada día cambian la probabilidad de precipitación, la temperatura de cumbre, la velocidad del viento en cumbre, la visibilidad, la isoterma de 0ºC. También se mira la previsión en el sistema montañoso, en el pueblo de abajo, en la región en general, la tendencia de distintos modelos. Tanta información te da más dudas. Ninguna página se pone de acuerdo al 100%. Al final vas al monte como los pioneros, ¡A ver si hace bueno!

Buen recibimiento Gredense
Con este deseo nos plantamos en la Plataforma el viernes a las 19:00. Durante el viaje la lluvia nos interrumpía de vez en cuando, la charla ilusionante de los proyectos que teníamos. La primera impresión al abrir la puerta del coche no fue muy buena. Un viento helador nos recibió para dejarnos con esa incertidumbre de que nos encontraríamos mañana. Hoy “simplemente” era subir al refugio a cenar y dormir. La aproximación como siempre hasta la Laguna Grande es pesada. Si además le añades el fuerte viento y la ventisca ocasional que nos acompañó durante el recorrido, hacen del previsto paseo a la luz de la luna, una excursión dura y exigente.
Llegamos al refugio con la luz de los frontales, a las 21:45, dos horas y media. Hubo dudas en el ocasional refugiero para servirnos la cena. La amabilidad no la conoce, debe ser que con frío no pasa por allí, o se la ha había llevado Oscar, el refugiero habitual.
La sopa nos calentó por dentro y mitigo el frio que nos había acompañado. Colocamos la mochila, para mañana tener el material listo y salir temprano. Nos levantamos a las 6:00 y parecía que no se oía el viento. Impresión equivocada dentro de aquellas paredes. Un pequeño desayuno sin leche caliente, por no subir el hornillo, y nos vestimos de montañeros. Salimos del refugio con el arnés y los crampones puestos. El frontal en la frente nos iluminaba los primeros pasos. Seguimos las huellas que se dirigían entre grandes bloques rocosos a la Hoya Antón, con la primera intención de escalar La Norte del Almanzor. La noche anterior habíamos hablado que si el viento era muy fuerte desestimaríamos la opción de subir al Almanzor y nos quedaríamos haciendo alguna cascada por la zona de abajo. Tras una hora de aproximación y con las famosas cascadas a nuestra izquierda, decidimos no hacer la Norte y quedarnos a escalar alguna de estas famosas cascadas de hielo.

Preparando la GOPRO... sin pilas.


Subimos hasta sus pies, y decidimos, o decidi empezar por la Chachi Falls. Una cascada de III/4 de dificultad. Quizás demasiado para mí a priori, pero hacia dos fines de semana me había encontrado muy bien en una cascada por Peñalara, dándome unos pasos muy finos en mixto. 
Mirando a las Chachi Falls

Creía tener la cabeza bien puesta, pero al empezar a pinchar el hielo, vi que no era así. Además mis brazos me dijeron que no habían pasado por el roco hacía mucho tiempo y que no estaban para florituras. Tras unos inicios titubeantes y después de colocar un tornillo, decidí dar marcha atrás y bajarme. Decisiones difíciles porque implican asumir que el miedo te ha podido, aunque también hay que saber renunciar a tiempo, para volver más preparado y mas mentalizado para afrontar estos retos.

Metido en faena, probando el hielo y renunciando.
Lo demás pueden ser excusas, manos muy frias, brazos cansados antes de empezar por no subir pies y no “despegar” del suelo, viento incesante helando cada parte de la piel que estuviera descubierta. Podría seguir pero la verdadera razón la sé, y es que el miedo otra  vez me pudo en Gredos.
Desde que un año me enrisque bajando del Morezón a la Laguna, en el estrechamiento llamado Canal de la Mina, aunque el resultado no fue trágico, siempre voy a Gredos con mucho respeto, quizás demasiado y el subconsciente me dice que debo ser prudente. Subconsciente o consciente, lo único que queda es la propia decisión, de la que se deben sacar conclusiones. 

Araña, Yo sucio, Hercules y "lo nuestro"
La primera conclusión la saque en ese mismo instante de renunciar a escalar la Chachi Falls, y no era otra que debía escalar. Escalar, escalar otra cascada más sencilla para coger sensaciones y no irme de allí con el rabo entre las piernas. Elegimos una cascadita que desde abajo se veía más tumbada, aunque luego era dura.

Empezando la pseudoHercules

Empecé bien y tras meter tres tornillos, descanse en este último. Visualice lo que me quedaba por arriba y parecía que tras un resalte más se salía a una pala de nieve y luego había una repisa que era común con la parte intermedia de la famosa cascada Hércules. 

Dandole un poco
Continúe con buenas sensaciones pero iba buscando algún sitio para montar reunión. Tras la campa de nieve que se iba empinando poco a poco hasta la salida,  y llegar a los 60-70º, no había repisa. Me sorprendí al ver una travesía de aquellas de ver y tragar saliva. Visualice la roca, intentando montar alguna reunión pero no veía más que una fisura donde entrarían unos friends tras toda la espeluznante travesía. Así que nada, dándole adrenalina al cuerpo, metí un tornillo tranquilizador antes de salir de aquella campa de nieve, y fui poco a poco avanzando  a golpe de piolet y crampones, hasta llegar a esta incomoda reunión. Meti tres friends y un tornillo. Una vez montada la reunión, rápidamente barajé las opciones de cómo bajar de allí. La plancha de hielo que tenía por debajo, parecía buena para hacer puentes de hielo. Probaríamos como quedarían y solo habría que abandonar un par de cordinos.
Subierón Jose y Piña, mientras les recogía mis pies parecían cubitos de hielo y empecé a preocuparme. No quiero pensar que sensaciones deben sufrir Himalayistas. Una vez todos juntos, monte los abalakovs con el tornillo más largo. Fue bien, en 3 tres intentos, dos buenos puentes de hielo, sin tardar más allá de quince minutos. Los probé colgándome y parecían fiables. Puse los friends por arriba para redundar seguridad, pero no hizo falta abandonar ninguno. Al menos recursos para salir de atolladeros si me quedan…jeje. Rapelamos sin contratiempos y deseando refugiarnos del viento helador que nos había minado la moral y las ganas de intentar cualquier otra escalada. 

Moñeando

"disfrutando"

Bajamos de allí disfutando de magnificas estampas. Los Tres Hermanitos se asomaban cuando las nubes les dejaban y recordamos ascensiones mucho más calidas. 

Los Hermanitos y el Perro que fuma
El ambientazo era espectacular, pero el frio también. Frio, mucho frio, quizás no haya pasado tanto o no lo recordaba. Son sensaciones que se olvidan con facilidad cuando el cuerpo vuelve a entrar en calor.
Volvimos al refugio, y vuelta a la Plataforma entre alguna risa para olvidarnos del cansancio. Ya en Hoyos, en el Bar La Galana, nos tomamos la birra y comimos un menú para entrar en calor. Nos reímos con los chupitos de sobremesa y concluimos un día y medio de buena actividad invernal, pasando miserias, pasando frio, pero superando dificultades, compartiendo vivencias, alegrías y echándonos unas risas entre colegas.
Como siempre Gredos en invierno no defrauda.

Cascadas por Peñalara



Cascadas por bordillos de Peñalara (20/2/16)


Salimos con dudas entre aproximar  con los esquís o no por la reciente nevada. Como era previsible se llenaría el parking de Cotos, pero quizás no tan temprano. Llegamos a las 7:20 y aparcamos en la línea del centro y bastante abajo.
Salimos con las focas puestas y la nieve estaba en buenas condiciones. Llegamos a la Laguna sin más contratiempos, y al desviarnos hacía las Lagunas de Claveles empezamos a comprobar que la nieve estaba muy blanda ¡¡menos mal que trajimos los esquís!! Llegamos al colladito desde donde se ven las lagunas y  subimos al primer escalón de los bordillos de Peñalara. Se veía alguna cascadilla ya formada y no tardamos en cambiar esquís por piolos. 
Cascadilla que hicimos
Nos dirigimos a una cascadilla que parecía bien formada, pero que al meterme comprobé que el hielo estaba nivel pescadería, con lo que me fuí hacía la parte de roca, para hacer un mixto de protección “de aquella manera”. Venciendo mis miedos tire con unos pasitos finos y lo logre sacar bastante decente, cogiendo moral para próximas empresas. Monte una reunión con un friend y un clavo y subió Jose. Descendimos por un corredor paralelo por el que se podía bajar sin dificultad, aunque como siempre con precaución.

Nos fuimos algo cansados a una zona un poco más lejana, buscando algún otro reto. Divisé el corredor-diedro al que le tenía echado el ojo. Estaba impresionante, pero con el calor que hacía no nos atrevimos a meternos. Localizamos una pequeña cascadita que tenía pinta de no durar mucho, por lo que montamos un top en un bloque por encima y le dimos. Era cortita,  unos 10m pero muy vertical y con una salida curiosa porque no había hielo y se tenía que ganchear con los piolets en la roca. Entre yo, y la saque tras varias “colgadas”. Después fue Jose y como se preveía al pinchar hielo se desmoronó un gran bloque que le paso por encima… menos mal que ibamos en top. 

Para otro dia pequeños corredores
 
Con un poco mas de hielo estaría espectacular
Desmontamos y comentamos, que para ser el primer día no estaba mal. Aún nos faltaba la vuelta, que entre poner focas, quitar, poner, nos pegamos la soba padre.


Sol y calor... un poco más de frio por favor.
Al menos tuvimos nuestra ración de disfrute en la bajada de la pista que baja la normal de Peñalara para terminar con buen sabor de boca una jornada de esquí-alpinismo.

Vuelta por bordillos y tubos sin nombre



Vuelta por Bordillos de Peñalara y tubo sin nombre (17/1/16)

Las ganas eran de ansia superior, por lo que a pesar de este malísimo invierno, que no había dejado practicamente nada de nieve, decidí dar una vuelta por Peñalara a ver si había algo de hielo para pinchar. 
La visión al llegar a Cotos era desoladora, y además se notaba que las ordas de montañeros aún no estaban preparadas para la nieve, ya que eran las 8:15 y aparque prácticamente arriba. Salí por el camino de la Laguna, sin nada de nieve. Al llegar a la caseta desde donde se ven los tubos de la Laguna, comprobé que la situación era aún peor de lo que esperaba. Aún así segui subiendo hacia la zona de la Sureste para ver si por allí había algo, ya que en alguna otra ocasión así había sido. Según subi fui viendo alguna cosilla y cuando llegue al chortén pise ya nieve continua… bueno al menos algo hare. Por aquí sorprendentemente el manto blanco cubría bastantes zonas. Siendo la zona y la época que era, debía estar ya con al menos 1 metro de nieve, pero se veían todas las rocas. 
Joyas efimeras y La cosa esta muy mal
Descanse frente a la cascada Joyas efímeras, comí algo y me dispuse a subir cogiendo algún corredorcillo y pequeñas cascadillas, y sobre todo divisar algún proyecto futuro. 

Futuro proyecto
Probando cosillas
Así lo hice y fui explorando cascadillas por los Bordillos, luego cogí un corredor hasta salir a la hoya de los tubos sin nombre. 

Buena pinta uno de los tubos sin nombre

Seguí a un par de montañeros por el tubo sin nombre central, que en la salida se ponía serio. 

Salida del tubo sin nombre central

Itinerario aprox antes de subir los tubos


Con las ganas ya calmadas, descendí por la pala entre las Dos Hermanas. Escale unas cascaditas fáciles y decidí dar por terminada la jornada. Al bajar, comprobé como las negligencias por suerte, no siempre terminan mal. Un paseante, montañero, o persona inconsciente, no sé cómo llamarle, subía medio arrastras con unas zapatillas Chiruca, sin crampones y sin piolet por allí. La pala no es muy empinada pero la ostia  por un resbalón, que se los iba dando, puede ser monumental. Es lo que tiene tener la Sierra tan cerca de Madrid, sube cualquiera.
Hice el amago de subir por la Hermana Menor pero estaba ya cansado y decidí ir ya para el coche, apuntando todas estas zonas para próximas visitas.