viernes, 16 de enero de 2015

CABECEANDO POR CABEZAS



CABECEANDO POR CABEZAS (11/1/15)      
              
            Esperando un buen diagnostico para mis dolencias, las vacaciones no me permitían más tiempo estar sin hacer nada. Aparte de retomar algo la escalada, la nieve me llamaba mucho y no podía faltar a la cita del blanco elemento. Un día me subí a dar una vuelta por Peñalara y subí por la pala de Claveles buscando cierto nombrado corredor encajonado.
Otro día me fui de prácticas con Sergio a la zona de Zabala, estuvimos recordando los polipastos, Sergio colocando tornillos de hielo, comprobando lo que aguanta un ancla de nieve y luego para rematar montamos un top y le estuvimos dando a la cascada de Zabala, que estaba muy justita de hielo y con el poco frío que hacía, pues para abrirla tampoco era la cosa.
El anticiclón de un mes entero con inversiones térmicas, daban pocas esperanzas de hacer algo de nieve, así que en espera de que llegara el invierno de verdad, me subí a Cotos el día 5 aprovechando que tenía vacaciones, con la única pretensión de dar un paseo tranquilo. Aprovecharía para acercarme y grabar en el GPS la ruta hasta las cascadas, o lo que hubiera de ellas, de la norte de  Cabezas de Hierro, en las que por unas cosas u otras no había estado aún… bueno si lo sé… una aproximación de hora y media… que perro me estoy volviendo. El caso que el aspecto en Cotos era desolador, nada de nieve, 4ºC a las 8 de la mañana… “no habrá nada” me decía. Aunque se veía la cara norte de Cabezas con nieve, imaginaba que no estaría muy allá. El paseo por el pinar siempre y en cualquier época del año es muy recomendable: amable, sencillo, solitario… comparado con una ruta por Peñalara, que parece que hay romería, iba solo, disfrutando de la caminata. Al poco de pasar por el Arroyo de Guarramillas había placas de hielo… buena noticia, aunque había que tomársela con precaución para no dar un resbalón. Seguí el camino marcado y bajaba hasta otro arroyo que es el que baja directamente desde la norte, a partir de aquí la ruta no tiene perdida, subir hasta llegar a las cascadas. Al poco se sale del pinar y para mi sorpresa ya había nieve continua… vaya diferencia cara norte-cara sur… no deja de sorprender estos efectos de la naturaleza. La nieve además estaba muy bien, de momento no hacía falta los crampones. Al remontar un poco el arroyo, ya prácticamente tapado de nieve, me arme de alpinista: crampones, piolo, arnés y casco. Empezaba las pendientes algo más fuertes antes de las cascadas, que a lo lejos prometían… para el calor que había hecho.

Cascada de cabezas
  Llegue y comprobé que no estaba tan mal… hielo duro que aproveche para practicar y hacer un puente de hielo o abalakov. Este video de Petzl es muy instructivo… hay que fiarse claro…


Parece una tarea fácil pero me requirió meter al menos tres veces los tornillos hasta que me comunico el puente… para unas prisas… jeje, y luego enebrar el cordino con mi super gancho para abalakov casero.
Como no esperaba que hubiera hielo, ni siquiera me plantee llamar a algún colega… así que viendo que no estaba tan mal, me dije que para el finde próximo engañaba a alguno y además estrenaría los piolos nuevos que estaban llegando de los reyes…  unos e-climb cryo alpin…



Bordee la cascada para no meterme en jaleos, por la izda por pendientes de nieve de 40-50º y luego cruce por encima a derechas para salir por un corredorcillo que tendría también unos 50º. Llegué a un colladito desde el que tenía que ir en travesía algo expuesta… la nieve estaba bien… sin problemas. 

Buen ambiente en la norte de Cabezas
Divise un diedrillo que tenía buena pinta… “un día le doy” me dije. Continúe el corredor hacia la cima pero las pendientes que seguían eran de las que no puntuan pero apuntalan… de 25-35º que parece que no llegas nunca a la cima… además de mi estado de forma lamentable… sufrí un poco. Baje al collado entre las dos Cabezas y seguí el descenso por el tubo que es el camino PR-27 hasta volver a Cotos por el pinar. Fue uno de esos días que disfrutas de la montaña, buena nieve, buen día, casí calor, y al menos me voy poniendo un poco decente… los gemelillos cargados, y medio preparados para volver en breve con ganas de darle a la cascada.

Lie a Jose y Sergio y el domingo 11, estábamos allí a las 8. Cuando llegamos al pequeño aparcamiento, vimos ordas de montañeros dirigiéndose hacía allí… madre!!! vamos a tener que coger numero para entrar a la cascada. Por suerte la mayoría de ellos solo subirían por la norte bordeando la cascada y saliendo directos a la cima de Cabezas de Hierro Mayor

Llegando a las cascadas
Así que tras la ardua aproximación, llegamos a la cascada y comprobamos que las condiciones eran similares a como las había visto el lunes pasado. Nos aseguramos a una reu, que monte en una pequeña grieta con cacharros pequeños y salí con muchas ganas a subir por la cascada de la parte izquierda… lo que mejor estaba. Nada más pillar hielo, clave los nuevos piolos… buenas sensaciones… aunque el hielo era duro y estalladizo… subí los pies y con los crampones clavé las puntas delanteras… te quedas ahí colgado… en los primeros golpes de piolet y las primeras patadas de crampones, buscas esas sensaciones que te den la tranquilidad mental para afrontar la cascada o la pendiente de nieve que sea… es cuando dices… “parece que agarra…a darle!! “ Y eso hice, metí enseguida un tornillo… el más grande, que dicen los buenos, que lo mejor es menor tamaño de tornillo a medida que subes, ya que tardas menos en meterlo, cosa que tus gemelos agradecen y además la fuerza de choque en caso de caída es menor, ya que se reparte en más puntos de anclaje… teória pura y dura… luego se hace lo que se puede. Subí aprovechando pequeños tallados de anteriores cordadas y los pequeños descansitos para recuperar los gemelos… in flames… a ver si entreno un poco porque así en un par de asaltos estoy listo. El caso que la fuí sacando bien. Metí los cinco tornillos que llevaba y salí de lo más vertical… por este lado la cascada no llegara a los 70º más o menos, así que me fui por nieve hacia unas rocas para meter algún friend más que nada porque llevaba más de 15 m sin nada… y lo de siempre, no es difícil… pero la ostia es grande. Metí un par de cacharros antes de un resaltito y cruce otra campa de nieve donde me tiraba bastante la cuerda, con lo que monte reunión previendo que me quedaba poco cuerda… hecho que me canto Jose por walkie… parece que voy midiendo mejor. Monte lo que pude pero al final quedo muy bien con el pte de roca y un par de friends. 

Reu1

Subieron estos resoplando y con los gemelos in flames también. 


Subiendo la pareja
Ahí decidimos… o sugerí… salir por el corredor que había hecho yo el día anterior… con la intención de hacer el diedrillo que tan buena pinta tenia. Así que nos pusimos en ensamble, cosa que practico también Sergio y fui metiendo cosillas por el corredor, la cresta y empece el diedro donde me aseguro Jose. Fui subiendo con la incógnita de no saber donde sales, de no tener referencias, ni grado, fue a vista totalmente y quizás por ello muy disfruton. El paso estaba al final del diedrillo, te metías debajo de un gran bloque y se tenía que evitar por la derecha, buscando, buscando encontré un buen cazo por detrás del bloque que te permitía tirar bien y subir pies para salir… un poquito adrenalina, quizás un IV+?. Continúe un poco  y monte una reu en una fisura.

Salida del "paso"

A caballito
 Subieron la pareja diciéndome piropillos…jeje. Tiro Sergio para terminar la crestita y ya recogimos.

Final de dificultades
Bajamos a Cotos tranquilamente, disfrutando de un gran día de alpinismo, practicas, recordatorios y cogiendo sensaciones para el invierno. Habrá que volver otro día a por la cascada más vertical de la derecha.